Hay un recurso muy usado en las películas que consiste en que el protagonista de pronto tiene un recuerdo, así como un flash. Retrocediendo unos días, venía manejando y cuando estaba por ingresar a Panamericana, en una serie de curvas que llevan al troncal central, otro conductor iba cambiando de carril; instintivamente preparé una maniobra y unos dos segundos y sin que se entere, ya estaba delante de él.
Y vino el recuerdo, como en la película, pero de un instante en mi vida, mi primera experiencia como Piloto y ocurrió en mi primera carrera en Gol Motor Show.
Todo comenzó con un dato que surgió en mi empresa donde un empleado comentó que, en el Autódromo Oscar Gálvez en aquel entonces, se alquilaban autos de carrera para dar siete vueltas al circuito 10 y según los tiempos logrados, los viernes podrías ser invitado a correr una carrea con pilotos aficionados y profesionales también.
Recuerdo haber ido un miércoles por la noche, ya que se abría la pista cerca de las 19 hs. Luego de una serie de explicaciones, te proveyeron de un traje antiflama, casco y salías a la pista.
Dejaré los detalles de esas primeras impresiones para otro momento porque de lo contrario me iré por las ramas, solo puedo decir que llegar a fondo al final de la corta recta a la entrada de la S de Senna, producía una mezcla de adrenalina con cierto pánico de saber si frenaría o seguiría de largo con alguna consecuencia bastante complicada.
Como sea, en esas vueltas le fui tomando la mano y mejorando cada vez un poco.
El viernes de esa semana, llamé y pregunté cómo había quedado dentro de la lista de participantes y la respuesta fue, ¨hay carrera hoy a las 20:00 hs., estás invitado¨.
Se realizó una reunión con los ocho participantes donde se nos explicaron las reglas y los cuidados que debíamos tener para luego realizar un sorteo de autos y posiciones de largada. Sinceramente no recuerdo el número del auto, pero sí la posición, nos tocó el quinto lugar en la grilla.
Hasta allí no tenía mucha consciencia de lo que sería estar debutando. La ceremonia de atado de cinturones es el momento de mayor tensión diría; lo hacía un asistente para asegurar que todo esté correctamente colocado. Los cinturones de competición no son nada parecidos a los de auto de calle, con ellos uno queda totalmente rígido y pegado al respaldo del asiento permitiendo solo el movimiento de los brazos, las piernas y la cabeza.

Salimos a pista, vuelta de reconocimiento, salida del auto de seguridad y de pronto estaba corriendo una carrera.
La primera parte de velocidad lanzada comenzaba en los mixtos, luego una curva cerrada, una cortísima recta y otra curva de 90 grados para entrar a la recta en la zona del Ombú.
Allí se produjo delante de mí el primer despiste; un piloto hizo medio trompo y salió directo al pasto pasando por delante de mí de derecha a izquierda.
A fondo en la recta, ya se notaba la fila india y quienes me precedían iban alineados. Transcurrieron las primeras dos vueltas de siete cuando a la salida de la curva del Ombú para entrar a la recta, supe que ya tenía a tiro al auto que me precedía. Y fue un momento muy raro y es el que recordé el otro día. Debía hacer mi primer sobrepaso a un piloto que tenía experiencia y que corría en categorías zonales. La sensación de preparar la maniobra y lanzarme a lo desconocido, lo entiendo ahora, quedó grabada para siempre en mi memoria. La recta era corta y lanzarme a esa maniobra cuando aún no tenía muy claro cómo frenaría al final de la recta, emparejando a otro auto, tratando de embocar la curva, doblar, no tocarlo y seguir en la pista fue una de las sensaciones más emocionantes que recuerdo.
Entonces, al entrar a la recta, lo hice por adentro y pude emparejar la marcha del otro piloto; fuimos apareados hasta el final de la recta; trató de apretarme y me la hizo bien complicada; pero estiré un poco el frenaje y entré primero, un poco pasado pero con el auto bien puesto. Ahora había que aguantarlo el resto de la vuelta y así ocurrió. En la siguiente vuelta, entré manteniendo la posición en la recta opuesta y al llegar al frenaje de la S de Senna me dio un toque de atrás para desestabilizarme; pero no lo logró; pasado el momento y retomando la calma, le hice una diferencia importante por lo que no fue ya una preocupación para el resto de las vueltas. Los autos que me precedían no estaban a tiro y de pronto, sin darme cuenta, vi la bandera de cuadros delante de mí; la carrera había terminado.
No tenía idea de nada, solo que todo había sido demasiado rápido. Uno de los asistentes vino a buscarme y me dijo, ¨vas al podio, saliste tercero¨.

Hoy es el día del Piloto de Automovilismo en memoria de Juan Manuel Fangio.
24 de junio de 2023.