Hablaba recién con un amigo Sanjuanino. Resulta que los porteños suelen ser un tanto soberbios y sin entrar en debates, desde el interior, así nos ven.
Claro que no soy porteño estrictamente hablando; soy de GBA, pero desde el interior, así puedo ser catalogado.
La cuestión es que recordé mi tercer carrera amateur en la Gol Motor Show.
Pasaron muchos años ya. Siempre traté de ser humilde y traté de no hacer alarde de nada. Recordé algo que me encantaba hacer, el sorpasso inesperado.
En mi primera carrera en Gol Motor Show con pilotos experimentados, siendo invitado por Martín Salaverry, durante la reunión de pilotos y luego del sorteo de la grilla, uno de los pilotos pidió que no nos pasemos durante la primera vuelta en la curva del Ombú, previa a la recta del circuito 10 del Galvez. Como yo debutaba y largaba detrás suyo, me decía, «no quieras pasarme porque podés generar un accidente». Varias veces repetía eso y trataba de humillarme por ser debutante.
Me acerqué y le dije al oído, «no te preocupes, te voy a pasar y ni te vas a dar cuenta…». Así ocurrió.
